«¿Qué ha significado para mí el trabajo de la Terapia Cetácea a distancia? En dos palabras: «Altamente recomendable». Tanto sus sesiones individuales por skype como sus sesiones grupales por zoom son profundamente  transformadoras. Para mí, el trabajo de Laura ha sido un antes y un después en mi vida y en mi sentir. Su trabajo es sanador, directo  y sin rodeos. Ella crea  un vínculo especial y genuino contigo y te vincula para siempre con estas maravillosas criaturas marinas. Un espacio de LUZ, DE POTENCIA Y DE POTENCIAL».

BELÉN BERNARDO (España)

«Laura y la Familia Cetácea de Luz que trabaja con y a través de ella se cruzaron en mi vida en el momento preciso, el momento en el que más lo necesitaba y en el que estaba preparada para recibirlos. Debo admitir que la primera sesión a la que fui iba abierta aunque bastante escéptica, porque además era online y esta vía telemática nunca fue del todo para mí. Decir que hubo un antes y un después suena a tópico o a frase hecha, pero realmente no sé de qué otro modo contarlo. Recuerdo especialmente una imagen, algo imposible de describir porque no son técnicas humanas ni nada que yo hubiese visto o experimentado antes. Era algo así como si una plataforma me recorriera por dentro y, milagrosamente, me desenchufara de un programa al que llevaba toda la vida encadenada y que se manifestaba en cada uno de los aspectos de mi vida y relaciones. Algo que yo era incapaz de ver. De repente, esas rutas de pensamiento inconsciente, recurrente y destructivo ya no estaban; se habían desconectado. Ello permitió que salieran a la luz un torrente de asuntos que hasta ese momento no había podido abordar porque me era imposible hacerlo, a causa del dolor. A partir de ese momento, comenzó un proceso intenso y convulso, vertiginoso, lleno de capas y capas que se iban pulverizando ante mi mirada atónita, día tras día, sesión tras sesión. Era un trabajo mental, emocional, energético, simbólico, subconsciente y eléctrico donde yo, sencillamente, “desperté”. Desperté a mí misma, a la Consciencia. Pude verme, comprender, asumir, enfrentarme, tratarme y trabajarme los puntos clave que configuraban la estructura profunda sobre la que había construido lo que siempre había creído que era. Se me cayeron de golpe todos los engaños, todas las excusas y muletas… los cimientos de todo el universo conocido.

Laura y los Cetáceos, tanto en sesiones individuales al principio como grupales más adelante, fueron acompañándome en cada momento del proceso de un modo tan amoroso como contundente y certero, respondiendo a mi necesidad y a mi compromiso con la liberación. Eran puros dardos de luz y amor. No puedo decir que haya sido un camino de rosas; hacerse cargo de uno mismo casi nunca lo es. Es un camino lleno de responsabilidad y compromiso personal con la Verdad del Amor. Lo que sí puedo afirmar con toda la fuerza de mi certeza interior es que, aún sin ser fácil, es el único camino posible si queremos  verdaderamente salir del eterno bucle de la autodestrucción y encontrar el camino de salida.

De La Familia Cetácea de Luz, poco puedo decir con este lenguaje humano. Ellos tienen el reconocimiento y Amor más puro de mi corazón. Y Laura… es una terapeuta Maestra. Grande, sencilla, amorosa, respetuosa, intuitiva, eficiente, elocuente… y lo que contaba antes: certera en su obrar, como un dardo de Amor y Luz que acoge e ilumina lo que ha de ser visto para ser liberado. Avalada por su formación y trayectoria personal, construye con muy pocos datos cada proceso que le intentas transmitir y, dado su viaje personal sin precedentes, localiza de inmediato los obstáculos y los escollos detrás de los cuales nos escondemos. Yo por mi parte, sólo puede decir, gracias, Gracias, GRACIAS».

MARÍA HERNÁNDEZ DE SANTAMARÍA (España)

«Laura nos inspira exactamente hacia la verdad neutral de nuestra fortaleza. A través de sus sesiones y talleres, realizamos un viaje hacia todas las dimensiones de la Verdad. No dudo de que los Cetáceos saben que es el mejor canal y, junto a ella, nos ayudan a transitar y evolucionar».  

LIISA KONTIO (Guatemala)

«La terapia con los Cetáceos la percibo como un trabajo en los planos sutiles. Creo que abarca profundidades que se escapan a la conciencia lúcida. Además se entra como en un estado de ensoñamiento donde afloran memorias lejanas. La curación del Niño Interior me parece ¡tan hermosa! Y la desconexión de todo lo tóxico… ¡qué liberación! Sólo puedo decir «gracias».

VICENTE GÓMEZ (España)

«Laura es un amor. Dulce, atenta. Lo hace todo fácil. La terapia me la hizo por Skype, muy cómodo, tumbada en mi cama y me borró memorias pasadas. Me acertó muchiiisimas cosas que yo no le había contado y me ayudó mucho a soltar. Desde entonces he tenido un crecimiento personal brutal, cambio de conciencia y conexión. Estoy muy agradecida y lo recomiendo».

R.R.R. (España)

«Conocí a Laura por casualidad en la web, aunque las casualidades no existen. He recibido varias sesiones individuales y últimamente estoy con las grupales. Vivo a más de 1500 km de ella, por lo que todas las sesiones han sido online; circunstancia que no ha sido inconveniente para beneficiarme de los efectos tan potentes recibidos. Puedo destacar la labor de los Delfines y la Ballena Madre; cómo nos limpian cuánticamente de memorias y bloqueos (¡¡se sienten!!) y la entrega de Laura como canalizadora y terapeuta. Durante el proceso me sentía con mucho cansancio y algo revuelta, normal cuando estás limpiando tanto. Ahora me encuentro con mucha PAZ. Es un antes y un después. Gracias».

ASUNCIÓN ÁLVAREZ-CLARO (España)

«Mi Terapia Cetácea comenzó con la escucha de los videos, cuando descubrí a este ser llamado Laura que con tanta claridad exponía sentires míos y de muchas personas con quienes los compartí y también resonaron. Esto me dio impulso a ir por algo más individual. Pedí mi sesión, que en esta 3D sudamericana parecía ilógico pagar. Y lo hice sabiendo que somos creadores. Esa misma noche, el Universo me devolvió el costo de la misma y más, a través de un llamado donde me ofrecían alquilar mi casita, que jamás publiqué. Desde este momento, todo se empezó a ordenar. En la sesión propiamente dicha sentí una inmensa paz y coherencia con la información recibida y después ocurrieron una serie de eventos ordenadores, no propiamente en mí, pero sí en mi universo, que es lo mismo: con mi hija, con mi hermana y con la casa. Sólo «Gracias» por transmitir esa sabiduría cetácea y conectarnos con ella».

EDITH SANTORO (Argentina)